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Tecnología de impresoras de tarjetas.

Todas las impresoras de tarjetas de plástico digitales poseen un cabezal de impresión térmica, un sistema de transferencia de tarjeta, un sistema de control electrónico y una cinta de impresión de un solo uso. Esta cinta o ribbon se calienta al pasar por el cabezal de impresión, transfiriendo el pigmento o colorante a la tarjeta. Las impresoras de tarjetas,  atendiendo a la tecnología de impresión, se pueden dividir en:

-Impresoras de tarjetas por transferencia directa

 Se imprime en monocromo, es ideal para textos y códigos de barra. Normalmente se hace en negro sobre el fondo blanco de la tarjeta plástica, aunque existe una amplia variedad de ribbons monocromo que permiten imprimir el texto con el color que requiere el diseño de la tarjeta.

-Impresoras de tarjetas por sublimación

 Las impresoras de tarjetas de sublimación de tinta utilizan una cinta, o ribbon, que contiene los colores básicos YMCKO repartidos a lo largo de la cinta por franjas. Se imprimen los colores de uno en uno en la zona deseada mediante la aplicación de calor. Están pensadas para aplicaciones de color de alta calidad, con calidad fotográfica. Mediante el proceso de sublimación, el tinte de color se vaporiza hasta alcanzar un estado gaseoso y se aplica a las  tarjetas en la estación del cabezal de impresión.

-Impresoras de tarjetas por retransferencia térmica

Los sistemas de retransferencia térmica disponen de dos etapas con sus respectivos consumibles. La cinta de retransferencia realiza la función de fijación de la cinta de color CMYKOK obteniendo un resultado de calidad máxima para entornos de impresión digital. La imagen se aplica en un film y luego este se transfiere a la tarjeta, evitando desgaste del cabezal y previniendo daños.

Además de estas impresoras de tarjetas convencionales existe otra tecnología que permite imprimir y borrar la misma tarjeta. Este tipo de impresoras de tarjetas son ideales para imprimir tarjetas en aplicaciones en que los datos impresos no son permanentes, como por ejemplo en tarjetas para gestión de visitas o también para tarjetas de fidelización en las que se escribe un mensaje personalizado en la tarjeta después de cada compra.

Algunas tarjetas pueden imprimirse y borrarse hasta 500 veces. Representan una solución económica y respetuosa con el medio ambiente porque contienen un material termosensible que aparece o desaparece según la temperatura.